¿Quiénes son las muħşanaat?- II

¿Quiénes son las muħşanaat?- II

Pasemos a la aleya, 4.25, en la que, como ya se advirtió, veremos que, en efecto, se nos dice algo de lo anunciado sobre las muħşanaat y la excepción de las mujeres poseídas por la diestra de alguien.

 

Aleya 4.25

An Nisaa´25

Reproducimos también acto seguido cuatro traducciones. Se destacan, después del término en castellano, las palabras árabes del original entre paréntesis y transcritas.

 “Y quienes de vosotros, por sus circunstancias, no estén en posición de casarse con mujeres libres (muħşanaat) creyentes, [que se casen] con jóvenes creyentes de las que vuestras diestras posean. Y Dios conoce bien vuestra fe; procedéis los unos de los otros. Casaos, pues, con ellas con el permiso de su gente y dadles su dote en forma honorable —pues son mujeres que se entregan en matrimonio (muħşanaat), no en fornicación (musafiħaat) ni como amantes secretas. Y si estando ya casadas (uħşinna), cometieran un acto de indecencia, se les impondrá la mitad del castigo que [se impone] a las mujeres libres (muħşanaat). Este [permiso para casarse con esclavas] es para aquellos de vosotros que teman sucumbir al mal. Pero lo mejor para vosotros es que perseveréis en la paciencia [y os abstengáis de tales matrimonios]: y Dios es indulgente, dispensador de gracia.”(Asad)

“Y quién de vosotros no disponga de medios suficientes para casarse con una creyente libre (muħşanaat), que lo haga con una de vuestras jóvenes siervas creyentes. Dios es Quien mejor conoce vuestra fe. Descendéis unos de otros. Casaos, pues, con ellas con permiso de la familia a la que pertenecen y dadles su dote conforme a lo que es justo, como a mujeres honradas (muħşanaat), no como a prostitutas (musaafiħaat) o a las que toman amantes. Si se casan (uhsinna) y luego cometen algo deshonesto, tendrán la mitad de castigo que las mujeres libres (muħşanaat). Esto es para quienes de vosotros teman caer en el pecado de fornicación, pero es mejor para vosotros si tenéis paciencia. Dios es perdonador, misericordiosísimo con los creyentes.” (Bornez)

“Quien de vosotros no disponga de los medios necesarios para casarse con mujeres libres (muħşanaat) creyentes, que tome mujer de entre vuestras jóvenes esclavas creyentes. Alá conoce bien vuestra fe. Salís los unos de los otros. Casaos con ellas con permiso de sus amos y dadles la dote conforme al uso, como a mujeres honestas (muħşanaat), no como a fornicadoras (musafiħaat) o como a amantes. Si estas mujeres se casan (uhsinna) y cometen una deshonestidad, sufrirán la mitad del castigo que las mujeres libres (muħşanaat). Esto va dirigido a aquéllos de vosotros que tengan miedo de caer en pecado. Sin embargo, es mejor para vosotros que tengáis paciencia. Alá es indulgente, misericordioso.” (Cortés)

“Quien no disponga de los medios necesarios para casarse con una creyente libre (muħşanaat), podrá hacerlo con una esclava creyente. Dios conoce bien la fe de ustedes, y todos proceden de un mismo ser. Cásense con ellas con el permiso de sus tutores, y denles la dote legítima y de buen grado. Tómenlas como mujeres honestas (muħşanaat), no como fornicadoras (musafiħaat)o amantes. Si estas mujeres se casan (uhsinna)y cometen una deshonestidad, se les aplicará la mitad del castigo que a las mujeres libres (muħşanaat). Esto es para los que teman caer en la fornicación, pero tener paciencia es mejor. Dios es Absolvedor, Misericordioso.” (García)

No deja de ser sorprendente que en el espacio de unas pocas líneas, en el mismo contexto, que es el de las condiciones civiles para el matrimonio, y en el mismo párrafo, la misma exacta palabra signifique dos cosas tan dispares como “casada” y “libre”. Si estuviéramos de humor para chistes y pensáramos en esas personas de cualquier religión, incluida la islámica, que creen que el jefe de la familia es el marido y que la mujer libre al casarse pasa a tener jefe, e incluso amo, la cosa tendría su gracia. A “casada” y “libre”, habría que añadir también “honesta”,  “que se entrega en matrimonio” (no vayamos a confundir) y aquí ya se nos hace patente que la honestidad es del dominio femenino. Lo más que pueden hacer los varones es no atropellarlas, pero el ser personas honestas, de por sí, es cosa femenina. Bueno, perdóneseme esta pequeña ironía ¡qué sería la vida sin alguna ironía de vez en cuando! sobre todo cuando el texto que escribe esta servidora amenaza con ser aburrido, si es que ya no se ha conseguido con creces, que creo que sí.

Bien. En esta aleya se ha destacado la palabra muħşanaat, que aparece tres veces, la palabra uħşinna, que aparece una vez y que es la tercera persona del femenino plural del perfecto del verbo aħşana (forma IV) en voz pasiva, verbo del que muħşanaat es el participio pasivo femenino plural, y por último, la palabra musaafiħaat, que es el participio activo femenino plural del verbo saafaħa.

La primera vez que aparece muħşanaat en esta aleya vemos que ya no son mujeres casadas como se nos traduce en la aleya anterior, sino mujeres libres. ¿Libres para qué o de qué? ¿Porque se han descasado y ya no tienen marido que las mande? ¿O libres por contraposición aqué? ¿A esclavas? ¿Libres porque disponen de medios materiales propios para sostener su libertad?  A tenor de lo que dicen algunos traductores o “sabios” la contraposición sería a esclavas, ya que han interpretado que si hay mujeres libres y luego se habla de otras mujeres, automáticamente estas últimas no pueden ser libres también y, por lo tanto, serán esclavas o, a lo mejor, el razonamiento es el contrario, no sabría decir, pero, como quiera que sea aquí llegamos a otro atolladero: ¿Qué término o términos se considera que significan “esclavas” en el honrado Alcorán? Asad dice: “[que se casen] con jóvenes creyentes de las que vuestras diestras posean”, lo que a mi parecer es una traducción acertada. En efecto el original dice literalmente “de entre las que posean vuestras diestras de vuestras jóvenes creyentes”. Hay dos términos juntos en este pasaje que se han traducido frecuentemente como esclavas, uno es “lo que poseen vuestras diestras” (ma malakat aymanukum) y otro es fatiyaat (mujeres jóvenes). Asad ha traducido ambos términos y, como digo, acertadamente. Usaré la traducción de Asad para esta parte de la aleya porque (aparte de lo de las “mujeres libres” y otras “muhsanatadas” (permítaseme el neologismo), me parece la traducción más fiel y que mejor permite al lector en castellano seguir el razonamiento.

Veamos qué se ha hecho en las otras traducciones. Bornez esta parte la reduce a “que lo haga con una de vuestras jóvenes siervas creyentes”.  Entendemos que jóvenes ha de referirse a las fatiyaat y es correcto y añade “siervas”, con lo que entendemos que se refiere a la categoría de las “que poseen vuestras diestras”, sin embargo, Bornez mismo tradujo en la aleya anterior por “que sean propiedad vuestra”. Creo que entre ser siervo y ser propiedad de alguien hay alguna diferencia. En cualquier caso parece ser que él entiende los poseídos por las diestras como propiedad de aquellos de quienes son las manos poseedoras. Entonces  está claro que, para él, lo de mujeres libres es por contraposición a mujeres propiedad de alguien o, al menos, atadas por servidumbre a alguien.

Cortés traduce “que tome mujer de entre vuestras jóvenes esclavas creyentes”. Aquí también hemos de entender que con lo de esclavas traduce las que posean vuestras diestras, como también tradujo por esclavas “las que posean vuestras diestras” en la aleya anterior, a lo que meramente añade la característica de jóvenes.

García abrevia más que nadie y dice: “con una esclava creyente”, no dice que sea joven por lo que cabe entender que para él la palabra fatiyaat significa esclavas. Y así debe de ser ya que en la aleya anterior tradujo las que posean vuestras diestras por “que sea tomando su mano a través de un contrato de matrimonio”. Parece que el significado de “lo que poseen vuestras diestras” lo va variando en otras aleyas, imaginamos que según el contexto. Por el contrario, sí ha traducido las dos veces que aparece la palabra fatiyaat como esclavas.

Como tantas veces, se diría que en esta ocasión nos hallamos ante una inflación de palabras que se traducen como esclavo y preferiblemente esclava, como si por encontrar palabras que den el menor pie a hacerles pasar como tales nos redujera la contribución a Hacienda. Finalmente, como nadie de los existentes actualmente estábamos allí, igual nos da un siervo que un sirviente que una muchacha de servir… gazpacho para todos. Fuera de bromas, creo que sólo hay una palabra en el honrado Alcorán que no ofrezca dudas de que efectivamente se habla de esclavos, de personas propiedad de otras que se pueden comprar y vender. El resto no me parecen admisibles y me fundo en que todos los demás términos pueden entenderse muy bien por otros significados sin que sufra la coherencia del texto, más bien ganando en coherencia, aparte, naturalmente, de que la variedad de traducciones e interpretaciones induce a pensar en la falta de certeza en eso que se dice. Creo que solo en el caso de esa palabra que digo estamos de hecho y verdaderamente ante la esclavitud. Me refiero a la palabra raqaba, plural riqaab.

En el honrado Alcorán se habla repetidamente de liberar esclavos, no ya solo por su propietario sino también de esclavos ajenos pagando por su liberación. Hay faltas por las que el honrado Alcorán aconseja o manda procurar la libertad de un esclavo. Y, sin cometer falta ninguna, insta a hacerlo como una buena obra. De todas esas veces ni en una sola habla de otra cosa que no sean los riqaab. Si hubiera esclavos con otra denominación ¿qué ocurre? ¿Es que esos no necesitan que se los libere? Y ¿no será más bien que ya tienen toda la libertad que necesitan porque no son tales esclavos?

Dado que este estudio es sobre las muħşanaat, no me voy a extender tampoco en este tema, aunque sea tan importante, y me limitaré a lo imprescindible para poder seguir el argumento que es objeto del estudio. Así pues, a grandes rasgos, entiendo que la palabra ‘abd, comúnmente traducida como esclavo, es siervo, muchísimas veces siervo de Dios; que aquellos a quienes poseen las diestras son personas a cargo o pupilos; y que fatiyaat son mujeres jóvenes y fataa varón joven.

Y ya, metidos en aclaraciones, aclarar también que, a diferencia de la impresión que debido a las traducciones o a las  interpretaciones  se pueda sacar de falta de sistematización y coherencia en el vocabulario del honrado Alcorán y de que se pone cualquier cosa en cualquier parte, opino, como muchos compañeros que ponen interés en esta labor, que, por el contrario, en el honrado Alcorán se usan siempre los términos con total propiedad, precisión y coherencia, que nunca se pone una cosa por otra y que cuando pone lo que pone es deliberadamente y con pleno conocimiento de su alcance. Normalmente, aparte, claro, de las traducciones impropias, lo que nos induce a confusión son nuestras ideas preconcebidas de lo que debe querer decir. Como decimos, pues, en el honrado Alcorán siempre se usan las palabras, las expresiones y la sintaxis con plena precisión y conocimiento y con plena propiedad. Otra cosa es que luego lo que nos diga se ajuste o no a lo que esperábamos o deseábamos que se nos dijese.

Estas palabras que se usan en estas aleyas, que los traductores manejan como si fueran elásticas, no lo son. En el honrado Alcorán siempre están claramente establecidas las implicaciones jurídicas para la vida civil de cada cosa que trata. Y me permito anticipar que ese es el caso de las muħşanaat que, además, tratándose de mujeres, ya casi es una garantía total de que se han manipulado los conceptos hasta hacerlos irreconocibles.

Volvamos a lo que íbamos. Después de esta incursión en la esclavitud, sigamos con la aleya 4.25 y veamos qué nos dice de las muħşanaat. De momento, hemos visto que, dentro de las muħşanaat, caben las poseídas por las diestras. ¿Quiere eso decir que todas las que poseen las diestras son muħşanaat? No. Eso no. Lo que sí sabemos es que al menos una parte de las que poseen las diestras sí son o pueden ser muħşanaat. Es decir, si muħşanaat son mujeres libres, entonces no se puede decir que la definición de poseídos por las diestras incluya el ser esclavo, eso es imposible. Y si las jóvenes (fatiyaat) de las poseídas por las diestras también son muħşanaat, tampoco puede entrar en su definición el ser esclavas.

Pero la aleya nos da otro detalle: resulta que, al menos, es posible que haya caballeros que no se vean con suficientes posibles para cortejar a muħşanaat, caballeros que, en cambio, podrían encontrar más fácil postular a jóvenes a cargo de otras personas, aunque esas también sean muħşanaat, como si dijéramos muħşanaat con circunstancias particulares. Con lo cual aquí se adivina una respuesta a eso que habíamos discutido sobre la aleya anterior de que lo relativo a las muħşanaat se ajustaría a las disposiciones divinas que aparecieran en otra parte. Esta parece ser una de esas partes del Honrado Alcorán en la que se hablaría  de lo concerniente a las muħşanaat y su excepción, ya que, al menos, en ella se enuncia una disposición divina que las incumbe. Téngase en cuenta que Dios en estas aleyas se está dirigiendo a los varones y vemos que, efectivamente, las muħşanaat no les están prohibidas en absoluto, a pesar de lo que se haya podido traducir. Por supuesto que los varones pueden pretender a las muħşanaat y casarse con ellas. El problema de los caballeros, al menos de algunos de ellos, tal como se nos demuestra claramente en esta aleya, no es que las muħşanaat les estén prohibidas, el problema es que no tengan los posibles porque las expectativas de esas señoras estén por encima de lo que ellos se pueden permitir. La conclusión es clara: postulad a otras con menos exigencias o ¡a ahorrar tocan! si esa muħşana a la que se quiere se la quiere tanto.

¿Existe entonces alguna justificación para que en la 4.24 se traduzca muħşanaat por casadas? De las cuatro traducciones reproducidas, solamente en la de García se traduce de otra forma, como mujeres decentes y honestas, pero también las hace prohibidas y transforma lo que poseen vuestras diestras en contratos de matrimonio. Es como para quedarse perplejo. No será porque no se le riegue con suficiente  inventiva por lo que se vaya a secar el huerto de la interpretación coránica.

Como ya se ha apuntado, todo parece indicar que la confusión arranca de haber dado por descontado que con las muħşanaat  de la 4.24 se continuaba la lista de prohibiciones de la 4.23. Pero que las muħşanaat estén prohibidas ya hemos visto que se ve desmentido por la siguiente aleya 4.25 que estamos comentando porque lo que se dice no es que les estén prohibidas sino que si las pretenden y no tienen los medios para alcanzar su pretensión pues que pretendan otra cosa. Y, si tienen los medios, pues evidentemente nada se interpone entre ellos y las muħşanaat salvo el consentimiento(¿?) de estas. Ya volveremos sobre esto del consentimiento.

Y, si en esta 4.25 se traduce muħşanaat por mujeres libres ¿por qué en la 4.24, tratando exactamente de lo mismo y estando la 4.25 tan seguido no se hizo otro tanto? ¿Sería por el error de partida de que las muħşanaat estaban prohibidas o por el contrario por el error de considerar que las casadas deberían estar prohibidas en alguna parte y esta parte era tan buena o incluso mejor que cualquier otra para prohibirlo? Sea como fuere, lo cierto es que ni una cosa ni otra tiene sentido. Lo que resulta de todo punto injustificado es que a una misma palabra en el mismo argumento e incluso en la misma oración compuesta se le adjudiquen dos significados no solo distintos sino contradictorios y sin aviso ni justificación más que la de alcanzar el significado que se pretende de antemano. No estamos ante un problema de traducción sino de atribución arbitraria de significados dispares a una misma palabra. Sería muy raro decir en una traducción: cogí la manzana, me la llevé a la boca y me comí la naranja cuando esas manzana y naranja en el original es la misma palabra, es decir hay una sola cosa en el original que será manzana, será naranja o será chirimoya pero no es una cosa cuando se la toma con la mano y otra cosa diferente cuando se lleva a la boca, no, siempre es la misma cosa. En este texto veremos si las muħşanaat al final son manzanas, naranjas o chirimoyas. Esta servidora vota por las chirimoyas.

Sigamos con la aleya 4.25. Asad traduce: Casaos, pues, con ellas con el permiso de su gente y dadles su dote en forma honorable –pues son mujeres que se entregan en matrimonio (muħşanaat), no en fornicación (musaafiħaat) ni como amantes secretas. Y en este caso Asad da en el clavo… casi. Nuevamente la palabra  muħşanaat y nuevamente un cambio de significado y este dentro de la misma oración. Asad, como los demás y como ya hizo en la anterior aleya, también en esta crea una nueva oración para explicar ese muħşanaat que no acierta a hacer comprensible, tal vez porque él mismo no lo encuentra comprensible. En esa nueva oración, que no existe en el original, explica quiénes son estas nuevas muħşanaat: son mujeres que se entregan en matrimonio… Pero lo que dice el honrado Alcorán original no es una nueva oración sino que es parte de la oración que dice: Casaos pues con ellas con el permiso de su gente y dadles su retribución como es debido muħşanaatin… Lo mismo que sucedía en la aleya anterior, vemos que en este caso la palabra muħşanaat aparece en acusativo y no en nominativo, es decir, en este caso muħşanaat es adverbio y modifica la acción del verbo cuyo sujeto es quienes se casan con las jóvenes creyentes que son muħşanaat de las que “poseen vuestras diestras”. Es decir, se casan con ellas en tanto que muħşanaat, es decir, si nos atenemos a la primera traducción de muħşanaat  en esta misma aleya y frase, como mujeres libres, no como otra cosa, no se vayan a confundir, por ejemplo, creyendo que son para su disfrute y apaño de ellos sin que ellas tengan nada que decir. ¿Tiene lógica eso? Yo diría que sí pero, entonces, por qué no han usado esa traducción también en este caso? ¿Cuál es el inconveniente?

En la última parte de la aleya, aparece una variación sobre la misma raíz ħ-ş-n. En esta ocasión se trata del verbo aħşana, que aparece quince veces en el honrado Alcorán, ocho de ellas es en forma de la propia palabra muħşanaat, que es el participio pasivo plural femenino, otras dos veces como muħşinin, que es el participio activo plural masculino, y cinco veces conjugado de diversas formas.

El verbo, pues, en esta última parte aparece como uħşinna, tercera persona femenino plural del perfecto en voz pasiva, y lo vemos traducido como “estando ya casadas (uħşinna)” o “se casan”. Es por lo menos curioso. Los verbos que se emplean siempre para casarse o desposar en el honrado Alcorán y que de hecho solo tienen siempre ese significado son los de la raíz n-k-ħ y es el verbo nakaħa, de esa raíz, el que también de hecho se ha empleado dos veces en esta misma aleya, la primera al principio cuando dice “y si no tienen medios para casarse” (yankiha) y la segunda cuando lo vemos traducido por “Casaos, pues, con ellas” (ankihu). ¿Por qué inmediatamente después se cambia de verbo si lo que se quiere decir es “una vez casadas”? ¿Por qué se desdeña el nakaħa que es el verbo  apropiado y empleado sistemáticamente en el honrado Alcorán? o ¿qué impedimento había en poner unkihna, conjugado exactamente igual que el uhsinna que aparece pero con el claro significado de casar? En el honrado Alcorán no duelen prendas por repetir verbos, es bien conocido el arte de la repetición de que hace gala. ¿Cómo se entiende eso, pues? Pero sigamos: si después de uħşinna “cometen indecencia, el castigo será la mitad del fijado para las muħşanaat(aunque estas jóvenes también sean muħşanaat). Cabe entender que, si ellas no fueran muħşanaat, de hecho, no se les aplicaría castigo alguno pero que, al ser muħşanaat pero partir de una condición menos libre que otras muħşanaat, no se les puede aplicar el castigo en la misma medida. A esto en particular no le veo ninguna objeción.

Esta última aparición de la palabra muħşanaat, obliga a preguntarse cómo se ha elegido el término con el que conviene traducir muħşanaat en cada caso, si por  “casadas” o si por “honestas” o si por “libres” o si por “que contraen matrimonio” o si por, simplemente, mujeres. Parece que en este caso el resultado se ha escogido a ojo de buen cubero y que hasta se acierta más por este sistema que cuando se elige siguiendo criterios quizás bien asentados pero no tan bien justificados.

 

Aleya 5.5

“Hoy os han sido hecho lícitas todas las cosas buenas de la vida. Y os es lícita la comida de quienes recibieron la revelación con anterioridad y vuestra comida es lícita para ellos. Y [os están permitidas] las mujeres (muħşanaat) creyentes [en esta escritura divina], y las mujeres (muħşanaat)  de entre quienes recibieron la revelación antes que vosotros –si les dais sus dotes, tomándolas en matrimonio (muħşinin), no en fornicación(musaafiħin) ni como amantes secretas. Pero aquel que rechace la creencia [en Dios] –todas sus obras serán en vano: pues en la Otra Vida será de los perdedores.” (Asad)

“Hoy se han hecho lícitas para vosotros las cosas buenas y puras. Y los alimentos de aquellos a quienes les fue dada la Escritura [Sagrada] se han hecho lícitos para vosotros y vuestros alimentos lícitos para ellos. Y las mujeres honestas (muħşanaat) de entre las creyentes y las mujeres honestas (muħşanaat) de entre aquellos a quienes les fue dada la Escritura [Sagrada] antes de vosotros, cuando les hayáis dado su dote en matrimonio (muħşinin), no tomándolas como fornicadoras (musaafiħin) o como amantes. Y quien abandone la fe, habrá malogrado sus obras y en la otra Vida será de los perdedores.”(Bornez)

“Hoy se os permiten las cosas buenas. Se os permite el alimento de quienes han recibido la Escritura, así como también se les permite a ellos vuestro alimento. Y las mujeres creyentes honestas (muħşanaat) y las honestas (muħşanaat) del pueblo que, antes que vosotros, había recibido la Escritura, si les dais la dote tomándolas en matrimonio (muħşinin), no como fornicadoras (musaafiħin) o como amantes. Vanas serán las obras de quien rechace la fe y en la otra vida será de los que pierdan.” (Cortés)

“De hoy en adelante les es permitido todo [alimento] bueno. La carne de los [animales sacrificados] de quienes recibieron el Libro [la Tora y el Evangelio] es lícita, y la carne [de los animales que ustedes sacrifican] es lícita para ellos. También es permitido [para ustedes] casarse con las mujeres creyentes que sean recatadas (muħşanaat) y las mujeres recatadas (muħşanaat) que recibieron el Libro anteriormente [judías y cristianas], siempre que cumplan la condición de darle su dote, con intensión [seria] de casarse (muħşinin), no para fornicar (musaafiħin) o tomarlas como amantes secretas. Pero quien rechace la creencia [monoteísta de Dios], sus obras [en este mundo] habrán sido en vano, y en la otra vida se contará entre los perdedores.”(García)

En esta ocasión, vemos que Asad traduce (muħşanaat) meramente por “mujeres”. Creo que eso es una indicación de la incomodidad que le provoca la palabra. Hubiera podido, a semejanza de los otros traductores, echar por la vía cómoda y optar por lo de mujeres “honestas”, que parce ofrecer tan poco peligro y ya sabemos que, tratándose de mujeres, la honestidad siempre queda de guinda. Tal vez Asad entendió que era un contrasentido que cualquiera que se quisiera casar buscase para ello a mujeres deshonestas y que, por lo demás, todas la mujeres son honestas a menos que se demuestre lo contrario. Por otra parte el honrado Alcorán no prohíbe a nadie casarse con quien quiera en cuanto  a condición moral si uno es de esa misma condición. Véanse esas dos aleyas:

24.3:

الزَّانِي لَا يَنكِحُ إِلَّا زَانِيَةً أَوْ مُشْرِكَةً وَالزَّانِيَةُ لَا يَنكِحُهَا إِلَّا زَانٍ أَوْ مُشْرِكٌ ۚ وَحُرِّمَ ذَٰلِكَ عَلَى الْمُؤْمِنِينَ

 “Que el fornicador no se case sino con una fornicadora o con una idólatra y que la fornicadora no se case sino con un fornicador o un idólatra. Tal cosa está prohibida para los creyentes.”

 24.26:

 لْخَبِيثَاتُ لِلْخَبِيثِينَ وَالْخَبِيثُونَ لِلْخَبِيثَاتِ ۖ وَالطَّيِّبَاتُ لِلطَّيِّبِينَ وَالطَّيِّبُونَ لِلطَّيِّبَاتِ ۚ أُولَـٰئِكَ مُبَرَّءُونَ مِمَّا يَقُولُونَ ۖ لَهُم مَّغْفِرَةٌ وَرِزْقٌ كَرِيمٌ

“Las mujeres depravadas son para los varones depravados, y los varones depravados, para las mujeres depravadas –al igual que las mujeres buenas son para los varones buenos, y los varones buenos, para las mujeres buenas. Estos son inocentes de lo que las malas lenguas les imputan, obtendrán perdón y una excelente provisión.”

Es decir, las prendas morales, incluida la castidad, nunca en todo el honrado Alcorán se dice ni se implica que sean más exigibles a las mujeres que a los varones ni que sean más loables o deseables en ellas que en ellos.

Al elegir la traducción “honestas” en las otras tres traducciones sí parece haberse cedido a ese predicamento de sostener una relación especial entre la honestidad y las mujeres que, en cambio, con los varones no se establece. Claro está que semejante distinción entre sexos no es coránica, a pesar del enorme empeño que existe en ciertos ambientes por sentar lo contrario. Vale la pena señalar que en el honrado Alcorán no existe ningún relato panegírico de mujer que defendiera “su virtud” contra toda asechanza, mientras que sí lo hay de un varón que lo hizo y que lo pagó con la persecución y la cárcel. Hablamos del profeta Yúsuf, perseguido por la mujer de su jefe y por otras mujeres sin por eso caer en una tentación que se le servía en bandeja y que, de no caer en ella,  tanto podía perjudicarle. ¡Cuánta sabiduría y previsión en el honrado Alcorán y cuánto empeño entre sus seguidores en no hacerle el más mínimo caso en según qué cuestiones!

Es de temer, al parecer, que el común de los traductores e interpretadores estamos muy lejos de los profetas y, a la hora de salir del paso y a falta de entender lo que viene a hacer la palabra muħşanaat en el texto, el poner “honestas” es un relleno que no perjudica. En este caso, ante las preguntas que suscita, me parece más honrada la actitud de Asad en esta ocasión de no darle ningún significado especial.

También, llegados a la aleya 5.5, observamos algo y es que, si no  hubiera ya quedado claro que las muħşanaat no están prohibidas a los varones y que las pueden pretender sin inconveniente, con las disposiciones que figuran en esta 5.5 no puede dejar de disiparse cualquier duda que pudiera persistir: “os han sido hecho lícitas…”, “se han hecho lícitas para vosotros…”, “se os permiten…” “les es permitido…”.  No se entiende, pues, que siéndoles las muħşanaat lícitas con claridad total en varias aleyas, en otra aleya se diga exactamente lo contrario, siempre en el mismo contexto de la licitud o la ilicitud de contraer matrimonio con cada clase de personas y ¿qué es lo que autoriza, en un mismo contexto y circunstancias, a decir que una misma palabra aquí va a ser pan y ahí va a ser vino y en el otro sitio mermelada sin que exista la más mínima indicación en el texto que obligue o invite a ello? Ya hemos señalado que no sólo esta aleya 5.5 sino también la 4.25 dejan claro sin sombra de duda que las muħşanaat son lícitas. Es patente que si hay un error es de conocimiento del significado de la palabra muħşanaat y no de formulación o redacción del texto y eso es lo que vamos a intentar en este estudio, hallar el significado lógico, conforme al texto coránico, de la palabra muħşana, plural muħşanaat.

Por lo demás, hay elementos de esta aleya 5.5 que nos recuerdan a las dos que ya llevamos examinadas. Comparemos (En la traducción de Asad?):

4.24

 وَأُحِلَّ لَكُم مَّا وَرَاءَ ذَٰلِكُمْ أَن تَبْتَغُوا بِأَمْوَالِكُم مُّحْصِنِينَ غَيْرَ مُسَافِحِينَ ۚ

“…para que las busquéis, ofreciéndoles de vuestros bienes, con intención de contraer matrimonio (muħşinin), no para fornicar (musaafiħin).

4.25

مُحْصَنَاتٍ غَيْرَ مُسَافِحَاتٍ وَلَا مُتَّخِذَاتِ أَخْدَانٍفَانكِحُوهُنَّ

“casaos, pues, con ellas …con intención de contraer matrimonio (muħşanaat), no para fornicar (musafiħaat) ni como amantes secretas.

5.5

مُحْصِنِينَ غَيْرَ مُسَافِحِينَ وَلَا مُتَّخِذِي أَخْدَانٍ 

“…tomándolas en matrimonio (muħşinin), no en fornicación (musafiħin) ni como amantes secretos.

Observemos el paralelismo que hay entre algunos términos de los empleados en estas tres aleyas. En la 4.24 se instruye a los varones para pretender el matrimonio

muħşinin no musaafiħin. Ambas palabras son participios activos masculino plural.

En la 4.25 se instruye a los varones para que se casen con ellas

muħşanaat, no musaafiħaat ni mutajidhati ajdhani (tomadoras de amantes secretos).

La primera palabra, como ya hemos visto, es participio pasivo femenino plural, la segunda es participio activo femenino plural del verbo saafaħa, y la tercera palabra es un participio activo femenino plural.

En la 5.5 se dice a los varones que les son lícitas las muħşanaat siempre y cuando ellos sean:

muħşinin no musaafiħin ni mutajidhi ajdhani (tomadores de amantes secretas). Los tres términos son participios activos masculino plural

Como muchas otras del honrado Alcorán, tienen en común estas tres aleyas que se dirigen a los varones, dándoles instrucciones sobre su conducta y sobre su moral e indicándoles lo que les está permitido o lo que les está prohibido y cómo deben comportarse con respecto a las mujeres. Lo interesante es que una de las maneras en que deben comportarse entraña un participio pasivo femenino, precisamente, muħşana, plural muħşanaat en la 4.25. En las otras dos aleyas, en cambio, el participio de este verbo que aparece es el activo en masculino plural.

Antes de concluir este apartado y para hacerlo más cabal, tal vez convenga una aclaración en cuanto a la expresión “amantes secretas o secretos” (mutajidhati ajdhani o mutajidhi ajdhani). Eso es lo que traduce Asad y en otras traducciones se dice meramente amantes (también cosas peores) pero no se dice secretos o secretas y creo que, en efecto, no lo son. Ajdaan es el plural de jidn, que significa amigo íntimo, confidente. En este caso, al desechar a esos ajdaani parece que de lo que se trata es de aclarar las intenciones del pretendiente, que si lo que quiere es casarse, que vaya por derecho y que, so pretexto de matrimonio y con lo bonita que es la amistad, no vaya a dársele coartada para establecer una relación dudosa.

Autora: Carmen del Río

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